miércoles, 25 de enero de 2017

LIBROS QUE VOY LEYENDO: EL CRÁNEO DE BALBOA



Varias personas me habían hablado del estilo narrativo de Rafael R Costa y siempre para contarme maravillas de su manera de describir a sus personajes, los espacios y los sentimientos. Con un montón de lecturas acumuladas desde hacía tiempo, quiso el azar que me tropezara con esta novela para desvirgarme en un estilo que me adjudico bautizar como el "costismo". Si precisamente el caprichoso destino es el eje principal de la novela "El cráneo de Balboa", también lo fue que antepusiera lecturas atrasadas para zambullirme en ella. Y lo explico: hará unos meses, publiqué en mi blog un breve artículo, que bajo el título Latraición de Francisco Pizarro, explicaba una conspiración organizada por la propia Corona para acabar con la vida de Núñez de Balboa. En mis explicaciones no incluí un hecho, ahora anecdótico, que rápidamente me apuntó Rafael R. Costa. Me explicó que, tras la ejecución, decapitaron al ilustre navegante y a tres de sus hombres de confianza y sus cabezas fueron empaladas para hacer todavía mayor escarnio de la matanza. La anécdota es que el cráneo de Balboa desapareció y nunca fue hallado.

La novela, ambientada en los primeros años del siglo XX, narra la historia de un prometedor médico madrileño que ve truncada su carrera por un hecho trágico que le obliga a viajar a Panamá para cambiar trajes, perfumes y sus copas de coñac por pantalones remangados, barro y cuencos de chicha. Allí vivirá un infierno y se sumirá en mil y una calamidades; sujetado casi siempre, por los azares del destino. No quiero entrar en demasiados detalles argumentales pero sí me gustaría explicar que el hallazgo de esa reliquia bien podría ser una alegoría a lo que los indianos llamaban "ir a hacer fortuna".

Si bien el argumento está bien hilvanado y su desenlace se va deshilachando sin caer en la precipitación, lo que más quisiera destacar, y que refiere al "costismo", es la increíble capacidad léxica del autor y, sobre todo, la facilidad para comparar cada escenario, cada sentimiento y cada situación, con nexos gramaticales incontestables. De la narración hace verso, a veces hiperbólico, que irá a gustos, pero que a mí me ha agradado. Entendería que un editor, quizás podría decir que ese virtuosismo léxico puede entorpeces el ritmo de la historia, o que usa en exceso el recurso metafórico de todo lo que narra, pero entonces nos estaríamos perdiendo ese galope desbocado de palabras que le otorgan a Rafael R. Costa ese estilo propio del que tanto me habían hablado.

Otro elemento a destacar, y a los que nos gusta la Historia lo agradecemos, es el enorme esfuerzo de documentación que lleva detrás esta novela, no solo por el contexto histórico de dos países diferentes, inclusive también, el de culturas menores, aquellas que no suelen figurar en los libros de Historia. Además, aunque muchas veces se piense que el proceso de documentación se limita a conocer acontecimientos pasados y los nombres de quienes intervinieron en ellos, hay mucho más que eso y esta novela también los contiene. El autor detalla magistralmente procedimientos médicos según técnicas de la época, tiene en cuenta el valor de las cosas, los sueldos que se manejaban, las vestimentas, los peinados, los hablares y el argot de cada personaje, además de infinidad de detalles que aportan muchísima credibilidad a lo que uno está leyendo.

Pocos "peros" tiene a mencionar y casi todos dispuestos a la objetividad de cada lector. Para mi gusto, me ha sobrado algún "te quiero" y unos meses de plantar raíles; quizás sin ellos sería más fluida la parte central de la novela, aunque es solo una apreciación muy personal y, en consecuencia, discutible.


1 comentario:

  1. Muchas gracias, Josep. Me alegra que te haya gustado la novela. Llena de anécdotas incluso cuando la escribía.

    Rafael

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